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Nutrición enteral |
Se recurre a ella cuando no es suficiente la alimentación oral. Se coloca una sonda nasogástrica, que es un tubo de goma suave y flexible que se introduce por la nariz hasta el estómago. La colocación es incómoda, porque produce naúseas, pero una vez en su sitio se tolera perfectamente. Permite hacer una digestión normal de los alimentos que se introducen por ella o se toman por la boca. Sus complicaciones son mínimas. Las más frecuentes son la obstruccción de la luz de la sonda y su expulsión por vómitos. Este tratamiento se puede aplicar en casa tras el entrenamiento de los padres. El modo más corriente de hacerlo es administrar el alimento por la noche mientras el niño duerme, y permitir una alimentación normal durante el día. Cuando la nutrición enteral debe aplicarse por periodos largos, se realiza una gastrostomía y se retira la sonda nasogástrica. Consiste en comunicar el estómago con el exterior por un pequeño orificio, para introducir por él el alimento. Esta intervención quirúrgica apenas tiene complicaciones y permite un tratamiento cómodo y seguro. |
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