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Aceptar el diagnóstico |
En los momentos en que se enfrentan al diagnóstico y a los sentimientos que esta situación les despierta, los enfermos y familiares pueden sentirse muy enfadados y suelen intentar buscar un culpable o pueden sentirse culpables ellos mismos.
Además esta condición puede llevarles a pensar que la enfermedad del hijo o de ellos mismos, en el caso del paciente adolescente y adulto, es un castigo. Es frecuente también que los padres se acusen a ellos mismos o a su médico de retraso o demora en el diagnóstico. Generalmente los padres poco a poco suelen terminar por aceptar que su hijo está enfermo. Asimismo, al adulto que padece la enfermedad le ocurre lo mismo.
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